Junto a su compañero de colegio Marcial Portillo es el socio fundador más joven de la Peña Ajedrecística Oromana, en 1954. En los años 1956 y 1957 comenzó a despuntar, derrotando a jugadores sevillanos de renombre y ganando el campeonato de España escolar; en 1958 quedaría segundo de Andalucía Sur por detrás de Romero Briones así como campeón de Alcalá y subcampeón de Sevilla absoluto.


Ya en los años sesenta fue campeón Absoluto de Sevilla en 1961, triunfo que repetiría en otras cinco ocasiones (1978,1981,1986, 1987 y 1989).


En 1962 debuta como internacional en el equipo «B» de España, consiguiendo el trofeo al máximo ganador (participaron también Visier, Calvo, Simó y otros). Campeón en la semifinal del Campeonato de España celebrado en Alicante, interviniendo en la final. En este año consigue por primera vez el campeonato juvenil de España, celebrado en Tarragona, fichando al mismo tiempo por el equipo de Málaga.


En 1963 consigue el campeonato de Málaga, en el que participaron García Toré, Mendoza y otros. Tercero en la semifinal del Campeonato de España. Bate el récord de simultáneas en Córdoba, con 20 tableros, consiguiendo 19 y medio puntos en una hora y media. Consigue por segunda vez el campeonato juvenil de España en Barcelona. Se clasifica noveno entre 18 en la final del Campeonato Individual de España, consiguiendo el premio a la brillantez. Interviene por vez primera en el campeonato internacional de «Costa del Sol», donde participan Pomar, O’Kelly, Parma, Ulvestad, Emith, etc. Internacional con el equipo «B» contra Suiza.


Campeón de España juvenil (1963 y 1964) sería invitado a torneos internacionales como el Costa del Sol o el de Montilla, así como seleccionado en 1968 para la Olimpiada de Lugano (Suiza) jugando con la selección española.


En los años sesenta jugó en la temporada 1964-65 con el club del Círculo Mercantil de Málaga, disputando con el mismo el campeonato de España junto a Linares, González Haro García Toré y Pereiro.


Su mayor éxito le llegaría en 1970 al ser campeón de España individual en Avilés. Un año después fichó por el club Schweppes donde fue también campeón por equipos (1971) así como Postal, convirtiéndose de esta manera en campeón de España en todas las modalidades.


En palabras de José Pernia, Ernesto Palacios es Callado, sencillo, sin dar valor a sus gestas deportivas se encuentra entre nosotros como si nada hubiera hecho, sin vanagloriarse de su triunfo. Le gusta pasar desapercibido, como uno más, aunque dentro lleve su preciado título de Campeón de España y su orgullo de alcalareño, al haber traído para su patria chica un título nacional tan preciado.


Terminado dicho periplo en la temporada 1974-75 y de la mano de Gaspar Pérez Matheos ficharía por el Labradores donde empieza prácticamente de cero, llegando a permanecer casi dos décadas en dicho club, que se convertiría durante años en el de mayor nivel de Sevilla y Andalucía. En esa primera temporada, Ernesto lograba el subcampeonato de España en Benidorm, ganando una interesantísima partida a Francisco Javier Sanz, mientras paradójicamente estaba federado en un club de segunda provincial sevillana.


No obstante y ya con Palacios como capitán, el club fue logrando la incorporación de jugadores meritorios como Juan Carlos Rodríguez Talavera, Álvaro de Luna, Félix Ramos o José Antonio Salvador – Más tarde llegarían: Rodríguez Aguilera, Fernando Vega, Terán, Damián Checa, Carlos Barrero, Cámpora y muchos otros- con lo cual ya a primeros de los ochenta se encuentra en categoría preferente ganando casi todos los años el provincial, y en los noventa consigue varios campeonatos de Andalucía y la participación en casi todas las temporadas en la primera categoría nacional.


A nivel local y provincial desde entonces ganó gran cantidad de torneos: el II de Maestros de Alcalá (1972), el Open Sevilla-Primavera (1975, 1979), el Memorial José de la Costa (1978,79 y 81).


En la temporada 1994-95 volvería después de 23 años a jugar por la Peña, teniendo tiempo todavía de ser campeón provincial por equipos otras tres veces y a participar con éxito en dos campeonatos de España: Oropesa 1996 y Salamanca 1998.


Hasta semanas antes de su fallecimiento continuó jugando torneos sociales de mucho menor nivel que los que había disputado en toda su carrera, con el mismo entusiasmo que cuarenta años atrás.


Ernesto Palacios fue sin duda un talentoso ajedrecista, brillante táctico que no siendo nunca profesional no estaba al nivel en teoría de aperturas de la mayoría de sus oponentes maestros, por lo cual se las ingeniaba para desviarlos hacia líneas secundarias largamente analizadas. Entre muchas otras podemos destacar la defensa moderna (1.e4 g6) el gambito letón (1.e4, e5 2.Cf3, f5) la apertura Bird (1.f4) o diferentes variantes de la defensa holandesa, que jugó con éxito durante más de treinta años y sirvieron de influencia en destacados jugadores sevillanos que las analizaron con él.


Entre otras muchas anécdotas, podemos citar cuando en 1970 declinó jugar contra Bobby Fischer en la simultánea que el americano ofreció en el Labradores por tener otros compromisos. En palabras de Antonio Romero Briones, era un luchador nato que no se conformaba con subcampeonatos; durante su participación en el campeonato de España por equipos de Salamanca en 1998 cuenta Antonio Medina que dijo: «Yo ni siquiera miro contra quién me toca en la próxima partida, hago mi juego y punto».